El covid-19 es solo un aviso de lo que nos espera. La última advertencia a la humanidad de lo que supone el continuo destrozo de los ecosistemas. Está demostrado: el 75% de las enfermedades infecciosas se originan en los animales y estos, a su vez, son el puente que las conectan con las personas. O, lo que es lo mismo, si continuamos fragmentando el hábitat de las especies habrá más pandemias.
La destrucción de los hábitats naturales, la contaminación y la explotación de especies hacen que la sociedad sea más vulnerable.
El cambio es drástico. Antes en unas zonas solo había selva, ahora solo hay gente.
Cada vez hay más cercanía de las comunidades humanas con especies que antes no salían de su entorno, lo que genera una debilidad de las barreras que impedían que muchos animales entraran en contacto con nosotros. Y, por último, está el factor de la globalización que hace que una enfermedad que se produce en un lugar remoto pueda transmitirse por todo el planeta a una velocidad vertiginosa.
Hay una palabra que es fundamental: biodiversidad. Cuanto más diversa sea la naturaleza, menos probable es que los virus o bacterias acaben en nosotros. Pero si aniquilamos las distintas opciones que podrían tener, igual la única opción que les queda somos nosotros, las personas.
El panorama cambia cuando salimos de la ecuación. Eso también lo demostró el confinamiento. Cuando tuvimos que quedar en casa lo que ocurrió fue que la calidad del aire de las ciudades mejoró y muchos ecosistemas se recuperaron. Ahí e donde se ve claramente la influencia de los humanos.
Una de las cosas que nos podría ayudar sería introducir el principio de la economía circular para ser más ecoeficientes
La mejor vacuna era un ecosistema que funcionase bien y nos lo hemos cargado
Nunca una vacuna se va a anticipar al problema.
No es que de pronto una persona vaya al bosque y le muerda un murciélago. No es solo eso, que puede ocurrir de forma anecdótica. Nos hemos traído un animal estresado, de un bosque alterado, de un sitio en el que las probabilidades de que surgieran patógenos por mutación eran altas, hemos maltratado a los animales, los hemos tenido en condiciones poco salubles, los hemos tenido con un estrés muy alto y esto hace que el animal tenga una carga vírica elevada. Todo esto suma y entonces las probabilidades de que salte a un humano son enormes.
El cambio climático acentúa pandemias, las pandemias otras catástrofes, al final el origen del problema es que la naturaleza no funciona bien. Estamos contaminando, explotando… Tenemos que cambiar el modelo socioeconómico.
En el fondo está el modelo social que hemos adoptado todos de comprar mucho, consumir mucho como si no hubiera un mañana, gastando los recursos como si fueran infinitos; deforestamos, aniquilamos especies, provocamos calentamiento global.... Todo esto en algún momento salta.
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