domingo, 20 de diciembre de 2020

El difícil equilibrio entre pagar y cobrar lo mínimo

 Mientras los empresarios creen que otra subida del SMI pondría en jaque la supervivencia de muchos negocios, los trabajadores exigen al Gobierno que mantenga la progresión.



“Por muy pequeña que fuera esa subida me permitiría vivir mucho más dignamente”, reconoce David (nombre ficticio), que trabaja desde hace dos años en un estudio de diseño 3D de Madrid, donde cobra los 950 euros repartidos en 14 pagas que determina la configuración actual del SMI. 

A sus 28 años, David comparte un piso que pertenece a sus padres, a los que les paga un alquiler que se lleva un tercio de su salario. Asegura que si ganase más “consumiría más”, y se podría plantear la vida “de una forma diferente”.

Pedro Barato, presidente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), y dueño de una explotación agrícola y ganadera: “No es que no seamos partidarios de la subida del salario mínimo, es que hemos tenido unas subidas en los últimos tres años de más del 33%, y encima la situación que está atravesando el sector agrario en cuanto a la rentabilidad en estos momentos no es la mejor”.

El trabajo autónomo requiere que se impulse el consumo de manera urgente. Es vital que los pequeños negocios incrementen su facturación y solo conseguiremos incentivarlo si crece la capacidad de consumo de los más de 2.000.000 de trabajadores que tienen salarios más bajos.

Disgregando el salario mínimo en 12 pagas —como se contabiliza en el resto de países—, España, con 1.108 euros, se coloca en el decimotercer escalón mundial, por detrás de Estados Unidos (1.118 euros); Japón (1.213 euros); Israel (1.233 euros); Coreal del Sur (1.365 euros); Canadá (1.479 euros); Francia (1.539 euros); Reino Unido (1.583 euros); Alemania (1.584 euros); Bélgica (1.625 euros); Países Bajos (1.680 euros); Irlanda (1.706 euros) y Luxemburgo (2.142 euros).

Fuente: ElPaís



La batalla por el agua ahora se libra en Wall Street



Esta parece ser la disyuntiva que se abre ante la inclusión del agua, ese bien tan preciado —solo el 2,5% del planeta es agua dulce—, como nueva commodity (productos o bienes básicos) en el mercado de futuros, como el oro o el trigo. El agua se someterá desde ahora a una gestión regida por la lógica del mercado que para muchos es invitación a la especulación y para otros, la única garantía de preservación cuando escasea.

El líquido elemento comenzó a cotizar la semana pasada en el mercado de futuros de materias primas de Wall Street debido a su escasez. Dicho indicador se basa en los precios de los futuros del agua en el Estado de California (oeste de EE UU), que el día 7 cotizaba a unos 40 centavos, casi medio dólar, por metro cúbico, una cantidad desorbitada en comparación con los dos céntimos de euro que pagan los regantes del valle del Ebro.

El país norteamericano es el segundo consumidor mundial tras China; el crecimiento demográfico y el desarrollo económico acelerado explican también su escasez y su carestía.

“Con cerca de dos tercios de la población mundial expuesta a escasez de agua en 2025, su falta representa un riesgo creciente para empresas y comunidades alrededor del mundo. De hecho, el 75% del agua que se consume hoy en California, el Estado que más agua consume del país, se usa para irrigar los nueve millones de acres de cosechas existentes. El porcentaje es similar al de España.

Inquietud en organizaciones medioambientales

Si uno de los objetivos del mercado de futuros es minimizar en lo posible la volatilidad de materias primas expuestas a imponderables (una sequía, un incendio o cualquier catástrofe natural), y amarrar su precio a unos límites previsibles, el del agua se prevé que pueda contribuir a reducir los conflictos derivados de su distribución, pues supuestamente se habrá pactado un precio antes de cualquier contingencia negativa que pudiera encarecerla, de la sobreexplotación industrial o agrícola a cualquier incidencia climática.

Pero poner el acento en su escasez inquieta a organizaciones medioambientales. “La actividad de los hedge funds [fondos de alto riesgo] que apuestan por la escasez del agua es peligrosa. La especulación no tiene cabida en la gestión responsable del agua, un derecho humano básico y un recurso natural fundamental que debe ser un bien público para todos.

Es importante no confundir valor y precio: no vale lo mismo el mínimo necesario para vivir con dignidad que la usada para llenar una piscina. El agua no puede considerarse una simple mercancía. Si fruto de maniobras especulativas subiera de forma desmedida el petróleo y tuviéramos dificultades para llenar el depósito, sería un problema, pero podremos desplazarnos a pie o en transporte público; pero si nos falta el agua, simplemente no podremos vivir. Por eso el petróleo no es un derecho humano y el agua sí. Lo importante del agua no es su materialidad, H₂O, sino para qué la usamos”.

La grave crisis alimentaria global de 2008, tras constituirse los mercados de futuros de productos alimentarios en un refugio seguro a raíz del estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera, es un precedente a tener en cuenta en el caso del agua. “Se estima que los grandes bancos invirtieron unos 320.000 millones de dólares en tiempo récord en estos mercados, alimentando un desmedido crecimiento de precios, El trigo quintuplicó en pocos meses su precio. En apenas tres años el precio medio de la alimentación en el mundo se incrementó de media un 80% y del orden de 250 millones de personas engrosaron las filas del hambre. ¿Podría pasar ahora con el agua? 

Fonte: ElPaís

lunes, 30 de noviembre de 2020

El virus atenaza el bolsillo

 El ahorro bruto se ha disparado en el segundo trimestre de año hasta los 38.996 millones, un 174% más que el registrado 12 meses antes. Algo inédito en la serie estadística. Porque, aunque la renta de las familias haya caído un 8,8% (rozando los 200.000 millones), el gasto en consumo también se ha contraído como nunca, un impresionante 24% (133.222 millones en el segundo trimestre), generando ese colchón inesperado.


ver noticia completa en ElPaís

lunes, 23 de noviembre de 2020

domingo, 25 de octubre de 2020

Países máis capitalistas e máis estatistas

Tengamos en cuenta que es un estudio americano, y que para ellos la libertad de mercado es pilar fundamental de la economía. En Europa hay variedad de criterios,pero en general, somos partidarios de la intervención estatal en menor o mayor medida. 

Para medir la libertad económica tenen en cuenta 12 factores cuantitativos y cualitativos, agrupados en cuatro amplias categorías:
  • Estado de derecho (derechos de propiedad, integridad gubernamental, eficacia judicial) 
  • Tamaño del gobierno (gasto público, carga fiscal, salud fiscal) 
  • Eficiencia regulatoria (libertad comercial, libertad laboral, libertad monetaria) 
  • Mercados abiertos (libertad de comercio, libertad de inversión, libertad financiera) 

Cada una de las doce libertades económicas dentro de estas categorías se califica en una escala de 0 a 100. La puntuación general de un país se obtiene promediando estas doce libertades económicas, con la misma ponderación a cada una. 



El crack del 29 y la Gran Depresión

jueves, 15 de octubre de 2020

lunes, 5 de octubre de 2020

Concurso Simulador de empresas de Young Business Talent

 


No basemos nuestra felicidad en el Consumo



El aumento excesivo de la población y una actividad económica creciente e intensiva, en ocasiones incentivada para producir más, provoca el deterioro ambiental. Esa competitividad lleva al abandono de prácticas tradicionales en el medio rural y a la ocupación de hábitats seminaturales y naturales. Los costes de esas pérdidas las vemos en la merma en los servicios que nos aportan los ecosistemas y cuantificarlos requiere el uso de instrumentos económicos.

Se puede asignar un precio cuando hay un mercado para los bienes y servicios que nos proporcionan los ecosistemas, por ejemplo, la madera, los frutos o las setas. Pero, para otras muchas utilidades, como la conservación de las plantas y los animales, no existe un lugar de comercio porque son bienes y servicios intangibles. La economía ambiental es la encargada de calcularlo.

La exposición a patógenos zoonóticos causa alrededor del 60% de las enfermedades infecciosas emergentes, y la mayoría de ellas se originan en territorios naturales. Al coste sanitario se suma el cese de la actividad económica y el daño causado en la sociedad por el miedo, la inseguridad y el dolor. ¿Por qué? Porque hemos invadido determinados hábitats que no tendrían que haber sido tocados y esas enfermedades han llegado al ser humano.

En general, en las zonas desarrolladas no se es consciente de las implicaciones económicas de la pérdida de calidad ambiental y es nuestro dinero y nuestro planeta. Las tienen más presentes la población de entornos donde la subsistencia depende directamente de las condiciones ambientales, como comunidades rurales de África o de países en desarrollo. En África cualquier evento climático les puede privar de comida durante meses y de forma inmediata. Aquí, si en tu tienda no tienes plátanos de Canarias, pues los vas a tener de Costa Rica y hasta más baratos.

Si hubiera que pagar por los costes ambientales de la producción no sostenible y por el transporte ya no sería interesante traer productos desde el otro lado del mundo.

Cuando una especie ha desaparecido no se va a poder recuperar nunca y ese daño tiene un coste inmenso para la humanidad. 

No hay que basar la felicidad en el consumo, es el principal devastador de recursos del planeta, porque no solo se consumen recursos, sino que luego hay que deshacerse de los restos. Estamos a tiempo, pero tenemos que actuar ya.

Enlace ElPaís

martes, 15 de septiembre de 2020

La ciencia es clara: si se destruyen los ecosistemas habrá más pandemias

El covid-19 es solo un aviso de lo que nos espera. La última advertencia a la humanidad de lo que supone el continuo destrozo de los ecosistemas. Está demostrado: el 75% de las enfermedades infecciosas se originan en los animales y estos, a su vez, son el puente que las conectan con las personas. O, lo que es lo mismo, si continuamos fragmentando el hábitat de las especies habrá más pandemias. 

La destrucción de los hábitats naturales, la contaminación y la explotación de especies hacen que la sociedad sea más vulnerable.


El cambio es drástico. Antes en unas zonas solo había selva, ahora solo hay gente.
Cada vez hay más cercanía de las comunidades humanas con especies que antes no salían de su entorno, lo que genera una debilidad de las barreras que impedían que muchos animales entraran en contacto con nosotros. Y, por último, está el factor de la globalización que hace que una enfermedad que se produce en un lugar remoto pueda transmitirse por todo el planeta a una velocidad vertiginosa.
Hay una palabra que es fundamental: biodiversidad. Cuanto más diversa sea la naturaleza, menos probable es que los virus o bacterias acaben en nosotros. Pero si aniquilamos las distintas opciones que podrían tener, igual la única opción que les queda somos nosotros, las personas.
El panorama cambia cuando salimos de la ecuación. Eso también lo demostró el confinamiento. Cuando tuvimos que quedar en casa lo que ocurrió fue que la calidad del aire de las ciudades mejoró y muchos ecosistemas se recuperaron. Ahí e donde se ve claramente la influencia de los humanos.
Una de las cosas que nos podría ayudar sería introducir el principio de la economía circular para ser más ecoeficientes

La mejor vacuna era un ecosistema que funcionase bien y nos lo hemos cargado

Nunca una vacuna se va a anticipar al problema.
No es que de pronto una persona vaya al bosque y le muerda un murciélago. No es solo eso, que puede ocurrir de forma anecdótica. Nos hemos traído un animal estresado, de un bosque alterado, de un sitio en el que las probabilidades de que surgieran patógenos por mutación eran altas, hemos maltratado a los animales, los hemos tenido en condiciones poco salubles, los hemos tenido con un estrés muy alto y esto hace que el animal tenga una carga vírica elevada. Todo esto suma y entonces las probabilidades de que salte a un humano son enormes.
El cambio climático acentúa pandemias, las pandemias otras catástrofes, al final el origen del problema es que la naturaleza no funciona bien. Estamos contaminando, explotando… Tenemos que cambiar el modelo socioeconómico.
En el fondo está el modelo social que hemos adoptado todos de comprar mucho, consumir mucho como si no hubiera un mañana, gastando los recursos como si fueran infinitos; deforestamos, aniquilamos especies, provocamos calentamiento global.... Todo esto en algún momento salta.

ver en LaVoz:






PIB: ¿qué mide? ¿cómo se calcula?

sábado, 1 de agosto de 2020

Nuevo "nicho" de negocio (nunca mejor dicho)


Así se están preparando los multimillonarios para el fin de la civilización

La crisis del coronavirus ha disparado la oferta y demanda de bunkers pensados para frontar el apocalipsis.



sábado, 13 de junio de 2020

¿Igualdad, equidad o justicia?

Cuatro ilustraciones sobre desigualdad, igualdad, equidad y justicia

- desigualdad, a uno de los niños le cae una manzana y al otro, nada.
- ¿igualdad?  los dos niños tienen escaleras, pero como el árbol está torcido, solo uno de ellos llega a las manzanas. Según el texto, en esta imagen "hay herramientas y ayuda distribuidas por igual".
equidad, el niño de la derecha tiene una escalera más alta para poder llegar también a la fruta. Aquí, dice el texto, "las herramientas identifican las desigualdades y ayudan a paliarlas". Es decir, la equidad tiene en cuenta las necesidades y condiciones de cada persona.
- justicia no hacen falta escaleras diferentes, ya que el árbol se ha enderezado. En este contexto, se “arregla el sistema para ofrecer el mismo acceso a las herramientas y a las oportunidades”.
Ahora reflexiona sobre la situación de las mujeres en el mercado laboral:
  • desigualdad: en pleno siglo XX no se permitía a las mujeres el acceso a determinadas profesiones, o el derecho al voto, o a tener una cuenta corriente no controlada por su marido. La mujer queda relegada al cuidado de la casa y cuidado de la familia.


  • igualdad: se logra que hombres y mujeres tengan los mismos derechos por ley. Pese a ello, la diferencia de salarios entre hombres y mujeres supera el 30%. Además, el porcentaje de mujeres en puestos directivos es muchísimo menor al de hombres.


  • equidad: se toman medidas de discriminación positiva para que las mujeres reciban apoyo por parte de la Administración para que no exista diferencia real entre hombres y mujeres. Mayores ayudas por la contratación de mujeres, leyes que obligan a que las empresas tengan una determinada cuot de mujeres en sus consejos de Administración. Grandes campañas educativas para luchar contra la discriminación entre hombres y mujeres. Pese a ello, las mujeres hoy en España siguen cobrando un 20% menos que los hombres. Las mujeres siguen siendo discriminadas en los puestos de responsabilidad. Las tareas domésticas o las cargas familiares siguen siendo desempeñadas por las mujeres en una proporción mayor que la de los hombres.


  • justicia: se logran eliminar los estereotipos, se educa a mujeres y hombres en igualdad, las tareas domésticas y cargas familiares se reparten al 50%. Esto trae como consecuencia que las mujeres pueden promocionar en el trabajo igual que los hombres y tener sueldo similar.






Fonte: Verne

martes, 28 de abril de 2020

Exercicio para 4º

Vas abrir unha conta nun banco e tes que firmar o seguinte contrato



Trata de localizar no mesmo as seguintes condicións




Exercicio para 4º (II)

Identifica as tres características básicas destes produtos financieros:


viernes, 24 de abril de 2020

app para enviar dinero a amigos o familiares ou compartir gastos

Hai decenas de aplicacións que nos permiten compartir gastos cando vamos a tomar algo os amigos, ou enviar diñeiro.

Estas son algunhas das máis utilizadas:


Pero hai moitísimas máis: Apple Pay Cash, Paypal, Zelle, Movii, ...

lunes, 13 de abril de 2020

Así será la economía que vendrá tras el virus

La crisis por la Covid-19 augura nuevas reglas en las relaciones comerciales, los hábitos de consumo y en el peso del Estado frente al mercado

Algunas reflexiones de especialistas en los mercados y las políticas económicas, en el artículo de ElPaís enlazado

Todo desastre es diferente. El crash de 1929 y la II Guerra Mundial definieron las bases del moderno Estado de bienestar, y la epidemia de gripe de 1918 ayudó a crear los sistemas nacionales de salud en muchos países europeos.

Es pronto para saber exactamente qué consecuencias traerá esta pandemia. Cuanto más dure la crisis, mayor será el daño económico y social. Los analistas pueden tardar años e incluso décadas en explicar todas las implicaciones de lo que se vive estos días. Lo paradójico, o no, es que este virus explota las características de la vida que nosotros mismos nos hemos dado. Sobrepoblación, turismo masivo, urbes inmensas, viajes aéreos constantes, cadenas de suministros a miles de kilómetros y una extrema desigualdad en el reparto de la riqueza y en los sistemas de salud públicos.

Desde luego, la crisis actual no es tan catastrófica como una guerra mundial o la devastación que vivieron nuestros abuelos en la contienda civil, pero sus efectos económicos serán enormes. Carecen de precedentes en tiempos de paz. El suceso más parecido con el que podemos compararla, el crash financiero de 2008, gestó un cambio intenso en la economía del planeta. Se pasó de un crecimiento relativamente alto y una moderada inflación a otro anémico y con deflación. Pero el mundo nunca más volvió a ser igual al que había sido antes de ese año. El coronavirus va a provocar una recesión muy superior a la de 2008-2009, ya que la deuda actual de Grecia es del 175,2% de su PIB, y en niveles igual de altos, que rondan el 100% del PIB, andan Italia, Francia y España.

Probablemente la mayoría de las economías tardarán entre dos y tres años en regresar a los niveles de producción que tenían antes de la epidemia.




Llegan cambiosLas grandes empresas tendrán que repensar dónde y cómo producen. Muchos elementos se fabrican en China, se refinan en la India y, tras un largo viaje, terminan en las farmacias u hospitales europeos. Una vez que pase la crisis se vivirá una reindustrialización de Europa y Estados Unidos, debido a los problemas en las cadenas de suministro que están sufriendo en estos momentos muchas compañías.

Por primera vez en su historia, la primera potencia del planeta ha renunciado a encabezar la lucha sanitaria y económica mientras China responde con una campaña muy agresiva para mejorar su imagen pública.

Pero Europa tampoco resulta inmune a esa atracción del egoísmo. La Unión debe proteger a sus 500 millones de habitantes o muchos Gobiernos podrían exigir el retorno de ciertos poderes. Es imposible descartar, lo hemos visto, que los meses venideros traigan un masivo rechazo político.

La historia advierte de que los desastres incendian la xenofobia y el racismo. Y cada vez resulta más común encontrar avisos de esa fractura. Incluso en el Viejo Continente ya prospera el relato del “norte industrioso” y el “sur vago”. Especialmente por la dificultad que muestra Europa para organizar una respuesta coordinada. La pandemia está evidenciando, una vez más, la disfunción del euro, que coloca a los países miembros en una camisa de fuerza macroeconómica. A menos que la Unión Europea pueda reunir la voluntad de convertirse en una verdadera unión fiscal y política, la zona euro comenzará a separarse.

Entre los legados del virus, además de mejorar las políticas en materia de salud, existen muchos otros. Posibles tendencias: más trabajo desde casa, auge de los pagos electrónicos, mayores controles en las fronteras, seguros caros y complejos, educación y medicina a distancia, y menos viajes transoceánicos y convenciones.

Los Gobiernos van a gastar más en cuidar la salud de sus ciudadanos y eludir los enormes costes de las pandemias.

Es posible que el consumo cambie. Quizá la gente evitará los lugares concurridos como conciertos y restaurantes ¿afectará las grandes cadenas y los pedidos online?

Las políticas monetarias perpetúan el tipo del dinero alrededor del cero porque la inflación ha dejado de ser un problema”, prevé Roberto Scholtes, director de estrategia de UBS. La economía tendrá que responder a nuevas exigencias sociales. Políticas fiscales más expansivas, mayor presión por redistribuir la riqueza y habrá que diseñar partidas de gastos extraordinarias frente a nuevas epidemias o la crisis climática.

Urge una renta básica o cualquier sistema de distribución similar que dé protección a la gente en tiempos de emergencia y también de calma. Sobre todo después del inevitable aumento del paro que dejará el fin del enclaustramiento económico. UBS estima una destrucción (temporal) de dos millones de empleos en España.

La situación es terrible para los mercados emergentes. Antes de la crisis ya tenían una deuda externa altísima [entre hoy y el final del próximo año, los países en desarrollo deben afrontar, según la ONU, el repago de 2,7 billones de dólares en deuda] y un crecimiento a la baja. Esto provocará el colapso de muchas naciones. Proponemos una moratoria del pago a los países más afectados.

Fonte: ElPaís

jueves, 9 de abril de 2020

¿Como será a recuperación?

Os expertos vaticinaban unha recuperación en forma de "V" os primeiros días da crise, despois dixeron que sería en "U", ... os máis pesimistas en "L", e os máis innovadores en "W".

  • a V   auguraba unha caída rápida seguida dun crecemento igual de rápido.
  • a U   parécese á V, pero con unha recuperación un poco máis lenta.
  • a L,  a máis pesimista de todas, prevé unha caída rápida seguida dunha lentísima recuperación.
Agora ven unha nova teoría: recuperación en forma do logo de Nike :)

El gráfico en forma de logo de Nike que prevé Deloitte en su análisis preliminar

fonte: eldiario.es

Tamén nas autonomías haberá aumento do Gasto público para compensar a baixada do Consumo e o Investimento


fonte: LaVoz

lunes, 16 de marzo de 2020

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